07 abril 2022

La saeta


¡Oh, la saeta, el cantar
a
l Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!
¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!
¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!

    Antonio Machado (1875-1939) escribió este poema en 1914. En vísperas del Viernes de Dolores y de una Semana Santa, ansiada por muchos, me ha parecido oportuno recordar esta copla de Machado que se ha hecho tan popular. Quizás alguno descubra hoy que fue Machado quien escribió estos versos...
    El texto que presentamos hoy es popular en varios sentidos: tiene su origen en lo popular, en la tradición, en las costumbres, y ha llegado a pertenecer al pueblo, convirtiéndose en patrimonio de la cultura popular. Una lectura simple y rápida quizás no lleve a error pues podemos pensar que Machado era un gran admirador de las procesiones de Semana Santa (Machado es sevillano) y un religioso ferviente. Es cierto que las referencias a Dios y a Jesucristo son frecuentes en su obra, pero no es menos cierto que también lo es la crítica al magisterio de la Iglesia. Machado escribiría: "Sobre la divinidad de Jesús he de deciros que nunca he dudado de ella" y "Siempre estimé como de gusto superficial el escribir contra la divinidad de Jesucristo. Es el afán demoledor de los pigmeos que no admiten más talla que la suya". 
    Machado pone el interés en la concepción del cristianismo como una ética del amor fraterno, por eso recurre a la humanidad de Jesucristo y en el Cristo resucitado por encima del crucificado. Esa idea la observamos perfectamente en este poema: Su cantar no es el que echa flores a Jesús de la Agonía (una talla de un crucificado), no le canta al Jesús del madero, sino al que anduvo en el mar. 
    Su anticlericalismo siempre estuvo presente, pero se acentuó en sus últimos años. En sus Apuntes íntimos escribiría: "Roma es un poder del Occidente pragmático, un poder contra el Cristo, que tiene del Cristo lo bastante para defenderse de él". Y en una carta a Miguel de Unamuno dijo: "El clericalismo español solo puede indignar seriamente al que tenga un fondo cristiano". 
    No es momento hoy para seguir profundizando en la obra y estilo de Antonio Machado, solo he querido dejar este pequeño apunte antes de las vacaciones de Semana Santa. Tiempo habrá para deleitarnos con su obra poética y con alguna que otra curiosidad, como la de que conoció a Leonor, su gran amor, cuando ella tenía tan solo 13 años y tuvo que esperar a que cumpliera la edad legal para casarse, 15 años. Machado tenía 34 años cuando se casó con Leonor... 
    Desde aquí deseamos a nuestros lectores que disfruten de esos días de descanso, si es que los tienen, y aprovechen esta semana de Pasión y Gloria como mejor consideren. 

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