15 septiembre 2021

Andando

 Andando

(Sueño)

Andando, andando;

que quiero oír cada grano

de la arena que voy pisando.


Andando, andando;

dejad atrás los caballos,

que yo quiero llegar tardando

-andando, andando-,

dar mi alma a cada grano

de la tierra que voy pisando.


Andando, andando.

¡Qué dulce entrada en mi campo,

noche inmensa que vas bajando!


Andando, andando.

Mi corazón ya es remanso; 

ya soy lo que me está esperando

-andando, andando-,

y mi pie parece, cálido,

que me está el corazón besando.


Andando, andando;

¡que quiero ver todo el llanto

del camino que estoy cantando!


Con este poema de Juan Ramón Jiménez (1881- 1958) damos comienzo a este nuevo curso académico. Y lo hacemos con la ilusión de empezar a andar por un camino en el que encontraremos mil obstáculos,  no hay duda, pero no por eso dejaremos de caminar cantando, como dice el poema, poniendo el alma en cada paso que damos hasta el punto de que  sintamos que nos "está el corazón besando". Así afronta un nuevo curso un profesor.

Necesitaría más de una entrada para hablar de Juan Ramón Jiménez ... Poeta cuya vocación es temprana y absoluta. Él mismo diría: " Yo tengo escondida en mi casa, por su gusto y el mío, a la Poesía. Y nuestra relación es la de los apasionados". 

Su trayectoria poética demuestra, ante todo, una excepcional inquietud renovadora.  Sus poemas son ejemplo de la talla intelectual y estética de un autor cuyo contexto no es el de la poesía española de su tiempo sino el de un universo propio. Juan Ramón dijo de su escritura: "Me represento mi escritura como un mar verdadero, porque está hecha de innumerables olas; como un cielo verdadero, porque está hecha de innumerables estrellas; como un desierto verdadero, porque está hecha de innumerables granos de arena. Y como el cielo, el mar y el desierto está siempre en movimiento y en cambio". Por eso mismo superó distintas corrientes, desde el Postromanticismo, Modernismo, poesía pura... y fue reconocido su magisterio en grandes poetas hispanos, incluída la Generación del 27. 

Hombre de temperamento depresivo y de una sensibilidad exacerbada, concibe la poesía como la respuesta a tres impulsos: sed de belleza, ansía de conocimiento y anhelo de eternidad. Esos son los pilares de su obra. 

El poema que recordamos hoy pertenece a Baladas de primavera. Nos encontramos en la primera etapa de su obra, en la llamada "etapa sensitiva". En estos primeros poemarios  predominan las descripciones del  paisaje como reflejo del alma del poeta. 

Terminamos el comentario del poema que ofrecemos con dos citas de Juan Ramón Jiménez que explican su concepto de escritura y que nos dan un motivo para acercarnos, siempre, a la poesía:

    " Quiero...suplir con belleza las fealdades o darles melodía simplemente; hacerme, en suma, yo mismo, otra vez, desde lo primero, y a mi gusto. Porque esto es el arte, gusto, deleite, encanto; echarse a conciencia y heroicamente, a un tiempo, en la tabla del mundo y jirar con él, a su música infinita, por los eternos espacios" (Sí, "jirar" con "j", así lo escribió Juan Ramón por ese concepto peculiar que tenía de la ortografía. Recordemos el famoso "Intelijencia dame").

    "No pretendo que mi escritura se lea seguida, ni lo deseo. Mi gusto es hacerla Biblia, digo libro donde, aquí y allá, encuentre siempre el que la lea y como sorpresa contagiosa, líneas de belleza".


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