14 noviembre 2020

Historia de una maestra 

Llevaba ya una semana en el pueblo cuando apareció el Cura en la puerta de la escuela. Los niños estaban en el recreo y corrieron a besarle la mano.

- Buenos días, señor Cura -cantaron todos con la misma musiquilla. Genaro estaba dentro de clase y me ayudaba a colocar los bancos alrededor de las paredes.

- ¿Qué hace usted, señora maestra? -preguntó interesado.

Yo me había acercado a él y él me extendió la mano, elevada, acercándola para que la besara. La aprisioné en el aire y la estreché con un movimiento forzado. 

Él seguía mirando los bancos y el espacio vacío que había quedado en el centro de la habitación.

- ¿Qué va a hacer usted? -preguntó otra vez.

Me quedé un poco  indecisa ante el tono inquisitivo del visitante.

- Voy a hacer teatro con los niños. Teatro y canciones. Vamos a representar un cuento...

- Muchas modernidades trae usted para este pueblo -dijo el Cura sacudiendo la cabeza. Pero en seguida cambió de actitud y se volvió amable, casi zalamero-: Hoy me tocaba confesión en el pueblo de al lado y me dije: Habrá que ir a echar un vistazo a la señora maestra...

Yo sonreí cortésmente.

- ¿Y cómo ha encontrado a estos mozos en Catecismo? -preguntó a continuación.

- Los encuentro mal en casi todo -dije evasivamente.

- Pues a ver si los mejora -dijo el Cura. Y el tono se había vuelto astuto y desconfiado. 


Este es un fragmento de la novela Historia de una maestra, de Josefina Aldecoa. Con él quiero rendir un pequeño homenaje a todos los profesores que a lo largo de la historia han trabajado con ilusión y con convicción por enseñar a sus alumnos, no solo unos contenidos teóricos, sino un abanico de experiencias culturales, sociales, sentimentales...experiencias de vida necesarias para el crecimiento personal.

Durante la primera fase de la pandemia que estamos viviendo, el cierre de los centros educativos supuso un reto de enorme magnitud para toda la comunidad educativa: profesores, alumnos, familias. Las nuevas tecnologías supusieron un apoyo fundamental para mantener el contacto directo profesor-alumno, pero también mostraron la necesidad que se tenía, por parte de todos los afectados, de regresar a la escuela, de volver a vivir todas las experiencias que nos brinda un centro educativo, de volver al calor de las clases presenciales. 

La novela que hoy presento narra la historia de Gabriela, maestra por vocación en la época del advenimiento de la II República. El  fragmento que he seleccionado muestra que tenía que hacer frente, no solo a la falta de materiales y a la necesidad extrema de sus alumnos en todos los aspectos, sino a  la  inquisición de los poderes del momento, en este caso el señor Cura. Me gusta este fragmento porque muestra la ilusión de esta joven maestra que quiere hacer cosas diferentes con sus alumnos, aplicando una metodología innovadora: hacer teatro, representar un cuento. Los maestros de hoy, con los cursos de formación, pizarras digitales, plataformas, etc., no inventamos nada nuevo...

Espero que os guste.

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